Guía Básica de Laminado para Impresiones Digitales: ¿Cómo, Cuándo y Por qué?

Compartir

Todo impresor piensa cuidadosamente cuál impresora comprar, qué tinta y sustrato utilizar así como qué tecnología de impresión es la más adecuada para su mercado.  Sin embargo, un trabajo no termina una vez impreso.  Los acabados son un paso fundamental en el desempeño de un rótulo y en la mayoría de las ocasiones no se le da la importancia que merece.  En este artículo analizaremos el cómo, cuándo y por qué laminar una impresión digital.

¿Por qué laminar?

Para aquellos de ustedes que no están familiarizados con el término “laminar”, este es un proceso mediante el cual se cubre la impresión con una capa transparente.  Existen varios métodos para realizarlo pero en todos, el fin fundamental es el mismo:  proteger lo impreso.   La laminación ofrece protección no solo contra vandalismo,  rayones (intencionales o fortuitos) y agentes químicos sino que adicionalmente permite extender la vida útil de una impresión protegiéndola de las inclemencias del tiempo y más específicamente, de los rayos ultravioleta del sol.  Utilizando el laminante adecuado, se puede extender el tiempo de vida de un rótulo en hasta 8 años.

¿Cómo laminar?

El método de laminado más utilizado es el de vinil adhesivo transparente. Utilizando una laminadora en frío, se hace pasar la impresión y el vinil adhesivo transparente entre dos rodillos de goma, que al generar presión sobre el adhesivo transparente, hace que este se adhiera al sustrato impreso.

La laminadora más vendida en nuestro mercado es la BU-1600C, la cual cuenta con un sistema de motores eléctricos para agilizar el proceso.  Es de vital importancia utilizar un laminante con las mismas características que el material a ser laminado.  En otras palabras, si la impresión se realizó sobre un vinil fundido extra conformable y el laminante a utilizar no tiene esta misma especificación, las probabilidades de burbujas, encogimiento y problemas son muy altas.

El otro método utilizado es el del laminante líquido. Este funciona como una especie de barniz que cubre la impresión. Se puede aplicar mediante brocha o pistola, aunque el utilizar una laminadora líquida le garantiza un mejor acabado. Existen dos tipos de laminantes: base agua y base solvente. La decisión de cuál utilizar es muy sencilla: se debe usar la base opuesta a la base de las tintas utilizadas. En otras palabras, si su impresora utiliza tintas a base agua, el laminante líquido debe ser a base solvente y viceversa.

¿Cuándo laminar?

El error más común en el laminado, es tomar el material inmediatamente después de haberlo impreso y cubrirlo con un laminante.  ¿Qué problema genera esto?  Las tintas, especialmente las de base solvente y eco solvente, necesitan de un lapso de 24 a 48 horas para que los vapores que se emanan puedan salir.  A este proceso se le conoce como “dejar respirar una impresión”.   Entonces, si la impresión se encuentra cubierta con laminante, estos vapores no podrán respirar, haciendo que aparezcan burbujas en el laminante o que se encoja la impresión.  Es muy importante dejar que la impresión respire antes de laminarla.  Otro error es dejar la impresión enrollada por 24 horas y creer que esta ya respiró.  Si el rollo está lo suficientemente apretado, el efecto será el mismo.   La impresión debe respirar mientras se encuentra extendida sobre una superficie plana.

En mercado actual, el darle un valor agregado a un cliente puede ser la diferencia entre conversarlo y que este busque otras opciones.  Lamine sus trabajos y muéstrele a su clientela un producto diferenciado del de los competidores. go ask alice book current date time dom information.